Zampabollos abre la puerta al Alba.
Zampabollos abre la puerta al alba y saluda al viento como si lo conociera.
Da unos pasos, vuelve a su rincón y carga el macuto con un suspiro antiguo.
La senda lo llama entre montes y ríos donde las piedras parecen recordar su nombre.
Un oso juega en el agua plateada sin asombro alguno, como si lo esperara.
Al final del día regresa a su cabaña antigua
y sueña con la bola del alma dorada,
esa que aparece solo cuando nadie la busca.
Zampabollos abre la puerta al alba y saluda al viento como si lo conociera.
Da unos pasos, vuelve a su rincón y carga el macuto con un suspiro antiguo.
La senda lo llama entre montes y ríos donde las piedras parecen recordar su nombre.
Un oso juega en el agua plateada sin asombro alguno, como si lo esperara.
Al final del día regresa a su cabaña antigua
y sueña con la bola del alma dorada,
esa que aparece solo cuando nadie la busca.
Zampabollos abre la puerta al alba y saluda al viento como si lo conociera.
Da unos pasos, vuelve a su rincón y carga el macuto con un suspiro antiguo.
La senda lo llama entre montes y ríos donde las piedras parecen recordar su nombre.
Un oso juega en el agua plateada sin asombro alguno, como si lo esperara.
Al final del día regresa a su cabaña antigua
y sueña con la bola del alma dorada,
esa que aparece solo cuando nadie la busca.

Comentarios
Publicar un comentario